El nuevo monasterio y la nueva iglesia de la Orden de Montesa se construyeron durante los años 1761-1770 por orden de Carlos III, después del terremoto que destruyó el castillo de Montesa y de derribar los antiguos edificios medievales que habían pertenecido en su día a la Orden del Temple, situados en esta plaza. Su estilo es neoclásico.

Después de la Guerra de la Independencia quedó abandonado el monasterio, siendo utilizado más tarde por diversas administraciones. Actualmente es la sede de la Delegación del Gobierno.

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