A fines del siglo XVII la Alameda era ya un paseo ajardinado, pero la posterior Guerra de Sucesión la dejó bastante destruida.
Las Torres de los Guardas (en la imagen una de ellas), fueron construidas en 1714 y estaban destinadas a alojar a los arrendatarios de las huertas cercanas, que tenían obligación de dejar el suelo de la Alameda en buen estado. Estas torres estaban dedicadas a San Jaime y San Felipe, y se encuentran a principio del paseo, cerca de los Jardines del Real.